Guarda Silencio
Para algunos eso es extremadamente difícil. Lo se muy personalmente (ja, ja ja).
En lo personal le pido a Dios me ayude a Decir la palabra correcta en el momentos correcto. Eso es una suplica que realizo mucho porque es parte de mi debilidad y parte de mi fortaleza.
Pero es necesario aprender cuando hablar y cuando callar. En ocasiones, las palabras hieren tan fuerte como el mejor de los golpes. De igual manera que la agresión física, la verbal, es difícil de olvidar y se tarda en perdonar.
Obviamente, cuando hay que buscar las respuestas de Dios para con nuestras vidas, el silencio es nuestro mejor aliado. Las emociones son parte de nuestra naturaleza, pero la realidad es que en la tranquilidad es que encontramos la verdad de nuestros corazones.
Recuerda de memoria el Salmo 34:5