Del 25 al 29 de enero fue la proclama al empresario minoritario en Puerto Rico. Este año 2018, lamentablemente, pasó sin pena ni gloria. Todos estos empresarios están demasiados preocupados por su situación personal y económica personal y de la Isla. Llevamos una década de grandes retos. El último trimestre del 2017 fue una verdadera debacle para todos los puertorriqueños y aun más para los que tienen pequeños y medianos negocios.
A todos esos, que no tan solo han soñado, sino que se han movido a buscar su propia estrella. Es importante destacar lo importante que son cada una de las personas que trabajan en Puerto Rico por cuenta propia. Son muchos los que con sus labores llevan con orgullo el motor que mueve la económica de Puerto Rico y del mundo. Podrán ser pequeños pero todos juntos son verdaderos propulsores del día a día que no esperan lo que van a recibir, sino que se encaminan a buscarlo. Todos los que se atreven a salir del molde y aventurarse a las altas y bajas de no devengar un sueldo. A todos los valientes sean bendecidos y aun cuando vemos que la situación no tiene vienta a favor, buscamos nuevas fuerzas y energías «pa’ echar adelante.»